June 30, 2021

MINISTERIO DE LA RECONCILIACION

Cuando conocí a Susie Bell de HCL Ministries, aprendí que su experiencia educativa y su pasión provienen de la reconciliación de las naciones. Asentí con la cabeza, como diciendo: “Eso es algo bueno”. Pero como no sabía de qué hablaba, no insistí, ya que no estaba segura de entender cabalmente  su explicación. Así que me dediqué a investigar un poco para saber de qué se trataba Los Ministerios Sanando la Vida de la Comunidad HCL (Healing Community Life). Fue así como comprendí que su declaración de misión, establecen la reconciliación como uno de sus valores fundamentales:

“Reconciliación: Estamos comprometidos a aprender y cultivar una cultura de perdón y redención de las heridas pasadas y presentes para que nuestro futuro pueda nacer en un contexto reconciliado con Dios, nuestra familia, comunidad, nación, mundo y entre nosotros. “

Soy un aprendiz visual. En ese sentido, creo que es mucho mejor aprender algo a través de la práctica que simplemente leyendo palabras. Sin embargo, a causa del confinamiento que vivimos en el año 2020, me sentía estancada en mi crecimiento espiritual, dolida por la condición mundial y, a la vez, deseosa de experimentar un mover más alto y profundo con Dios. Mi oración era: “Señor, ayúdame a comprender la profundidad de tu corazón respecto a la unidad de la humanidad. Abre mis ojos para ver la vida y las personas a través de Tus ojos y desde Tu perspectiva. ¡Muéstrame cómo puedo ser parte de la sanación de este mundo quebrantado!” Ciertamente Dios oye este tipo de oraciones y las responde.

Cultura, Patrimonio, Historia

PrayersEn abril de 2021, HCL Ministries me invitó a ir con ellos a un viaje misionero  a Colombia, América del Sur. Una vez llegamos a Cartagena, Colombia, John y Susie me llevaron a recorrer las calles y puertos de Cartagena para que tuviera una primera perspectiva de la cultura, el patrimonio y la historia del lugar. De primera mano aprendí, cómo entre los siglos 16  y 19 cientos  de barcos negreros  provenientes de África occidental arribaron a estos puertos trayendo cautivos infinidad de africanos para ser vendidos como esclavos. Mientras caminamos a lo largo de las murallas de la ciudad vieja, nos detuvimos e intercedimos por la reconciliación entre los países involucrados en el Tratado Transatlántico de Esclavos. Oramos por las generaciones de africanos que habían sido desplazados a la fuerza de sus hogares como resultado del tráfico de esclavos. Nuestra velada terminó mientras veíamos la puesta de sol desvanecerse en el horizonte de la costa caribeña.

Al día siguiente visitamos el Museo de la Inquisición Española en Cartagena, que brinda información histórica contundente  sobre los esclavos traídos de varios países, incluido el trato brutal y la venta de africanos a otras naciones. Mientras recorría el lugar podía sentir una fuerte opresión espiritual cerniéndose  sobre mí. Pero a medida que leemos sobre las cosas terribles que el hombre les hace a sus propios congéneres, la comprensión de cómo la humanidad necesita reconciliarse entre sí y con Dios se hace mucho más clara. Y aunque la esclavitud fue abolida hace muchos años, todavía quedan heridas abiertas por curar. Y son demasiadas heridas.

Frente a la verdad

Siempre será más fácil ignorar el pasado y pasar por alto cómo este mundo está gobernado por el poder, la codicia, la maldad y la crueldad, y reemplazar esa ignorancia conveniente con frases de cajón y clichés para minimizar el dolor. Pero, aunque uno quiera, es imposible   dejar de ver una vez uno ya ha visto. Cuando el Señor abre los ojos de los ciegos y da entendimiento al corazón, las personas se ven en la imperiosa necesidad de tomar una decisión —ya sea intencional o no—, sobre cómo se debe responder. Cuando uno realmente anhela fundirse con el corazón de Dios, Él aplicará ese deseo como si se tratara de un bálsamo cicatrizante sobre las heridas de los quebrantados; incluso si se trata de las naciones. (Abordaré esto más ampliamente en una futura  publicación. Todavía estoy procesando las emociones y las realidades de lo que no puede ser invisible y desconocido).

Transformadores de cultura

Al tercer día, viajamos unas tres horas por tierra  al sur de la ciudad de Cartagena, enclavada en la costa caribeña, hasta el pueblo de Palenque, situado en las faldas de una pequeña cadena montañosa llamada los Montes de María. El estilo de vida y la cultura de estos dos lugares contrastan en todos los sentidos. Mientras Cartagena es conocida como un destino y una experiencia vacacional, que recibe a turistas de todo el mundo y ofrece alojamiento, gastronomía y vida nocturna de la más diversa índole, Palenque, en cambio, es conocida por estar impregnada de su rica herencia, cultura e historia. Las cosas que atraen a los turistas a Cartagena no se ven por ningún lado dentro del pueblo de Palenque.

PalenqueEntrar a este pueblo, es retroceder en el tiempo y pasar horas enteras sentados en el antejardín de la casa, ir a nadar a orillas de un arroyo cristalino y comprar pescado fresco directamente del carretillero. Hay pocos automóviles en el pueblo. El principal medio de transporte en esta ciudad de 4.000 habitantes son los zapatos, siendo las motocicletas el segundo. La gente es amigable, encantadora y habla un español raizal encantador. Son africanos, asentados en la aldea debido al cautiverio de sus ancestros traídos durante tráfico de esclavos. Su sistema de creencias espirituales es una combinación de tradiciones africanas y cristianismo, traídas por misioneros bien intencionados, muchos del estilo  evangelizador  de “sálvanlos y déjalos”.

Supongo que eso es lo que más me ha impactado del ministerio de John y Susie. Han estado en el pueblo de Palenque durante muchos años, no con la mentalidad de “proyecto” de lograr una meta y pasar al siguiente lugar, sino con un compromiso firme de corazón de conocer a la gente, amarlos al estilo de Jesús y discipularlos para encamminarlos a la senda cristiana.  El corazón de su ministerio es vivir con Jesús entre la gente y ver cómo la cultura cambia de persona a persona. En otras palabras, está en servir a los demás para ver el evangelio de Jesucristo establecido como el fundamento para las generaciones actuales y futuras. Y no tienen un cronograma sobre cuándo o cómo suceden estas cosas; sencillamente caminan en el tiempo y las estaciones de Dios.

Momento Ajá

Después de unos días en el pueblo, escuché a John decir: “Palenque fue el primer asentamiento de esclavos libre en las Américas, fundado por aquellos que huyeron de una vida de esclavitud en Cartagena”. Después de pasar unos días dentro de las murallas del casco histórico y cerca de los puertos de Cartagena, comprendí el invaluable tesoro de este pueblo. ¡Wow! fue el “primer” asentamiento libre de esclavos en las Américas. Esto no es cualquier cosa. La Escritura nos dice que las primicias le pertenecen a Dios. Ya sean nuestras finanzas, hijos, talentos, cosechas, etc., las primeras cosas le pertenecen a Él. Y cuando nosotros, a través de la obediencia, encomendamos y damos esas primicias al Señor, Él recibe nuestras ofrendas y sacrificios y nos los devuelve al ciento por ciento.

Pero esta es la cuestión. ¿Estaba Dios respondiendo a mi oración por una comprensión más profunda de la reconciliación a través de este “primicia”? Con la declaración de John, el Señor me abrió mis cegados ojos a una nueva comprensión de lo que significa ser primero y comprendí la importancia y la herencia sobrenatural de esta aldea. Como el primer asentamiento de esclavos libres de América, Palenque lleva la unción y la bendición de liderar el camino de la reconciliación en todo el continente americano. Es un prototipo para traer sanación, perdón y redención a la diáspora africana en las Américas.

El Ministerio de Reconciliación

WdEl corazón de Dios es ver las heridas de esta primera aldea libre sanadas a través del trabajo de reconciliación para “cultivar una cultura de perdón y redención de las heridas pasadas y presentes para que su futuro pueda nacer en un contexto reconciliado con Dios, su familia, su comunidad, su nación, su mundo y unos a otros”.

Al ser los primeros, la aldea tiene una responsabilidad espiritualmente poderosa de abrazar, no solo la bendición de su libertad, sino de modelar los roles espirituales y naturales de la reconciliación a través del perdón y la redención de las heridas pasadas y presentes. ¡Esto comienza en el corazón de cada persona al recibir la salvación y reconciliarse con Dios! Luego pasa a la reconciliación dentro de sus familias individuales; También se produce al honrar la santidad del matrimonio, proveer para los hijos y enseñar principios piadosos dentro del hogar. El cambio en la cultura individual y familiar se revierte de forma natural en la comunidad, donde las vidas y las familias son transformadas por el ejemplo que se les da en los pocos que entran en el fundamento de Cristo y llevan sus vidas para honrarlo y servirlo.

Un proceso paso a paso

Cada uno de estos pasos requiere tiempo y compromiso; cada paso necesita orientación, estímulo y apoyo. Estos tres —el yo, la familia y la comunidad— pueden pasar una generación antes de que el cambio sea evidente. La resistencia y la perseverancia son claves para los misioneros que dan su vida por la causa. No es una oportunidad de “sálvalos y déjalos”; es un “conócelos, ámalos y dales de comer” con el amor de Dios y Su mentalidad de alimento espiritual.

La siguiente fase de reconciliación pasa a impactar a la nación de Colombia. ¿De qué forma? De la misma manera que el cristianismo se ha extendido por todo el mundo desde la resurrección de Cristo. Es decir, siendo un ejemplo de vida más allá del entendimiento y percepción de la humanidad. Así es como la reconciliación llegará al mundo y a personas de todas las clases, culturas y lenguas.

Asociarse con Dios

A través de los ojos humanos, esta es una tarea imposible. Eso es innegable. La reconciliación y la redención son algo que solo Dios puede hacer. Pero cuando nos asociamos con el Señor, Él obra a través de nosotros para hacer cosas asombrosas, a Su manera y en Su tiempo. Cuando nos apoyamos en Su dirección, Él hace el trabajo. Por lo tanto,  disfrutemos del maravilloso privilegio de asociarnos con Dios para verlo hacer cosas milagrosas.

Ciertamente mi mente no puede comprender completamente el propósito del llamado de Dios para  John y Susie para que sirvan en Palenque como Sus manos y Sus pies. Sin embargo, de lo que sí estoy segura es que ellos le han dado al Señor las primicias de su corazón. En ese sentido, han dado su sacrificio, entrega y obediencia, respondiendo al llamado de ir y servir y amar como Él los guía. A cambio, el Señor les ha dado un ministerio en la “primera” aldea en ser libre de descendientes de africanos en las Américas con el mandato de “ir” y permitirle a Él hacer la obra de transformación a través de sus vidas. En recompensa, Dios les dará la abundancia de vida que promete en Juan 10:10.

¡El corazón de Dios por la reconciliación es para todas las personas, familias, comunidades, y naciones! Podemos hacer nuestra parte, invitándolo a nuestra vida diaria y nuestras relaciones, y al ser ejemplos de amar, honrar, respetar, perdonar y amar a aquellos que Él trae a nuestro camino. No tratando a las personas como simples proyectos, sino amándolas como hijos de Dios que son. La reconciliación requiere un sacrificio: nuestro orgullo, nuestra manera de pensar, nuestra terquedad. Y se requiere valor para mirar las cosas que son más fáciles de ignorar que de reconciliar en nuestras propias mentes y vidas, y luego dar un paso adelante para marcar la diferencia.

Aplicación de vida

¿Qué has sacrificado y entregado al Señor que Él no sea capaz de devolverte multiplicado? Si aún no ha visto la abundancia prometida en Juan 10:10, pregúntele: “¿Qué me falta? ¿A qué me has llamado a obedecer, sacrificar o rendirme para que puedas brillar en mi vida? Dame un corazón de obediencia, Señor. Enséñame cómo traer la reconciliación a mi entorno”.

Si desea obtener más información sobre el ministerio de HCL Ministries, visite su sitio web, www.hclministries.com. Para contribuir a su trabajo y al ministerio, puede hacer una donación visitando su sitio web, www.hclministries.com o www.paypal.com/paypalme/HealingCommunityLife/

Mary Ethel Eckard is an author, speaker and teacher called to encourage Christians in their faith journey. She is passionate about sharing Christ with all who will listen. Through her captivating testimony of relying on God's strength and guidance through the heights and depths of life, Mary helps others find freedom from the shame and pain of their past. Mary resides in Frisco, Texas and enjoys spending time with family and friends.

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